Taxistas rechazan la violencia
Solidaridad, incertidumbre e indignación. Esos sentimientos afloran en el gremio del taxismo nacional, tras el asesinato del conductor tungurahuense Manuel Alarcón.
Alarcón tenía 54 años. Un pasajero le asestó 16 puñaladas en un frustrado intento de robo, el jueves 3 de mayo del 2018.
El sepelio de Alarcón tuvo lugar en el cementerio El Rosal, del cantón Mocha, la tarde del sábado 5. Después del funeral, Carlos Brunis, presidente de la Unión de Cooperativas de Transporte en Taxis de Pichincha, anunció la realización de un plantón en la Tribuna del Sur de la capital.
El acto se llevará a cabo el martes 8 de mayo, a las 10:00. Brunis explicó que asistirán 408 dirigentes de las 204 filiales que rechazan la violencia y la ausencia de medidas de seguridad eficientes para los taxistas.
Compartió su solidaridad con sus compañeros tungurahuenses. Afirmó que también protestan por respuestas de las autoridades, ante la difusión de un video que muestra el crimen, registrado en las cámaras de seguridad del ECU-911.
“¿Cómo es posible que se filtren los videos a cargo del Servicio Integrado de Seguridad y Transporte Seguro? Es inaceptable cómo un hecho tan lamentable ha servido de morbo en las redes sociales. Clamamos porque tenemos derecho a trabajar seguros, a que protegen nuestra vida”, sostuvo el dirigente.
Además, explicó que el lunes, martes y el miércoles, los taxis de Quito portarán un lazo negro como señal de duelo y también de rechazo a la delincuencia. A la par, la Unión Provincial de Taxistas de Tungurahua desarrollará el martes 8 una Marcha por la Paz y la Solidaridad, que recorrerá las principales calles de Ambato. La caminata apunta a que el Gobierno tome mayor acción en actos delincuenciales e implemente nuevas medidas de vigilancia criminal.
“Se debe pensar en reestructurar la instalación de las cámaras de seguridad. El delincuente sabe cómo esquivar los botones de auxilio. En el caso de nuestro compañero, solo sirvió para detectar al criminal”, dice Brunis.
Ante la fuga masiva de las imágenes explícitas del ataque que segó la vida de Manuel Alarcón, padre de tres hijos, su familia pide discreción y privacidad a la ciudadanía.
