Cuentan algunos vecinos de Quito que esta época es su preferida, porque ya asoman las guaguas de pan por todo lado. Y eso que las muñequitas, en sus inicios, no eran tan lindas y adornadas como ahora. Su historia está relacionada con el catolicismo y la cosmovisión andina. Hace años se las conocía más como el pan de muertos o pan de finados y su sabor era un tanto salado. Pero ahora son tan famosas que hasta se anotaron como parte del Patrimonio Inmaterial Culinario Nacional. Pero los golosos, tanto de los bocaditos dulces como salados, se han puesto a jugar con las recetas y nos ofrecen guaguas de todas las formas y sabores. Hay unas preparadas con diversos tipos de harina, sin lácteos y sus rellenos parecen infinitos. Y si de buscar se trata, ni se ha de demorar porque seguro encuentra la guagua de su preferencia en su barrio. Ella hace GUAGUAS sanas ‘Ale’ se inició con su negocio por sus abuelas que sufren de diabetes. Por eso empezó con la búsqueda de alimentos que no únicamente ex

La aparición de la virgen de la Borradora data del siglo XIX en la que alguna vez fue una pared de una cárcel quiteña, en pleno Casco Colonial de Quito. Manuelito fue quien presenció la imagen por primera vez, y para que nadie la olvidara, la trasladó -con todo y muro- a la ahora iglesia de San Roque.

La semana anterior se registró ya que volvieron las lluvias prolongadas en la capital. Todo indica que el verano está en sus últimos días.

Pasan los días, las semanas y los meses, y los capitalinos -indignados- no se cansan de pedir puentes peatonales para poder cruzar de manera segura la av. Simón Bolívar.

Arelí Yánez es una joven estudiante de 22 años. Comenta que hace dos meses se dirigía en su carro hacia su universidad.

En Quito hay varios coleccionistas de objetos: lámparas, llaveros, zapatos, latas de bebidas... Coleccionar, para ellos, es considerado un instinto humano básico. La psicóloga Alexandra Santiana dice que “los coleccionistas suelen ser organizados, cuidadosos, minuciosos y hasta un punto obsesivos”. Lo cierto es que una colección puede convertirse en una pasión de por vida. Y esta pasión la tienen dos chicos en la ‘Carita de Dios’. Ellos coleccionan muñecos de películas, historias y más. ¡Ojo! Lo que ellos tienen, explican, no son juguetes, son figuras para jóvenes y adultos que aman el cine, la ciencia ficción, los superhéroes, cómics, la cultura pop y las historias. Hernán Herrera cuenta que inició su gusto por el mundo de las figuras de colección desde pequeño. “A la gente le ha comenzado a interesar más el concepto de cine de héroes y desde ahí arranca mi pasión como un trabajo”, cuenta Herrera. Ahora tiene dos tiendas en Quito. Inició vendiendo videojuegos; pero ese negocio se perd

El kickboxing es un deporte que mezcla artes marciales con movimientos funcionales. Y como su práctica trae muchos beneficios, unos guaguas en el norte de la ciudad ya lo practican sin miedo.

Nelly Ramacho tiene 20 años, estudia turismo y aprendió de su papá a preparar el tradicional ponche blanco. Cada sábado y domingo lo vende en Sangolquí desde las 09:00 hasta las 18:00. Es todo un oficio familiar.

Para que los peluditos tengan una vida de bienestar, las salidas con ellos son básicas. En Quito hasta hay servicios que le ‘dan paseando’ al firulais si es que no tiene tiempo. Pero para escoger a los paseadores de perros hay que tomar en cuenta ciertos parámetros para estar tranquilos y confiados. Para la veterinaria Carolina Benavídez, si bien los paseadores de perros ayudan a quienes andan muy ocupados, no se puede confiar a alguien el cuidado de la mascota si es que no están calificados para esa tarea. Principalmente, dice, “en el sentido de responsabilidad con el animalito y con el entorno por donde van, cuidando que el perrito no tenga ningún problema y que no pelee con otros animalitos”. La especialista aconseja que el paseo debe ser a diario para que los perritos tengan una buena salud y calidad de vida. Además de eso, con una caminata o unos minutos para el juego se logra controlar la ansiedad, el síndrome por separación, que dañen cosas dentro de casa y que sean más calmados

En esta parroquia, cada jueves, desde muy temprano, hay cómo disfrutar del Mercado Saludable o de las bioferias. Son espacios llenos de colores y productos orgánicos cosechados por las huerteritas. ¿Quiénes son ellas? Un grupo de mujeres guiadas por el proyecto de Agricultura Urbana Participativa (Agrupar). Con la iniciativa se busca promover la producción agroecológica, la justicia social y de género, así como el consumo responsable en la ciudad. “Llevo más de 12 años en esto. Me despidieron de mi trabajo y mi salud estaba quebrantada, necesitaba generar ingresos”, cuenta Alexandra De la Torre, una de las huerteritas. Entre risas añade que sólo necesitó “la buena voluntad, el tiempo y la decisión de hacerlo”. El apoyo de su esposo fue clave. “Me siento muy bien, esto me llena de mucha alegría todos los jueves porque allá hay un ambiente muy bonito”. Justamente eso es lo que se busca con este programa. Porque la producción orgánica desde casa puede ser un medio de generar platita para

Después de atravesar la segunda ola de covid-19 en lo que va de 2022, Ecuador registra una tendencia a la baja de casos de coronavirus.

El año lectivo en Quito se inició con un ingreso escalonado de alumnos. Por eso, ayer más chicos y ‘peques’ vivieron su primer día de clases.

Pomasqui es un valle de clima cálido, que forma parte del Distrito Metropolitano de Quito como parroquia rural. Entre sus calles, muchas de ellas adoquinadas, se percibe la alegría entre comerciantes, vecinos y harta tradición.Y ni qué se diga de su variada gastronomía que atrae a propios y visitantes, incluso los domingos. Jimmy Camacho vive en la parroquia desde hace 24 años, salió de las zonas céntricas en busca de tranquilidad para compartir con su familia. “Me atrajo su naturaleza, su clima, su gastronomía” cuenta con la serenidad propia del lugar. El fin de semana pasado, por ejemplo, caminaba de lo más tranquilo junto a su pequeña en el parque central, donde varios se conocen entre sí. Y se saben de memoria los atractivos y las tradiciones de su tierra. El Señor del Árbol, dice Jimmy, es uno de ellos: “Para las personas de fe, vengan que él hace milagros”. Es el patrono de esta zona. Cuentan los vecinos más antiguos que la imagen tiene su origen en una aparición en el tronco de

En Yaruquí, nororiente de Quito, hay unos talleres alhajas de agroecología que se enseñan los martes y jueves, de 14:00 a 15:00.

La reparación de la calle García Moreno, en Llano Grande, norte de Quito, tiene más de un mes de retraso desde la fecha que el Municipio acordó entregar la obra terminada.

En la capital, los huertos orgánicos ya son toda una moda. Y es que traen hartos beneficios. Por eso, la Secretaría de Salud impulsa estas iniciativas para fortalecer la seguridad alimentaria en los hogares.

El valle de Los Chillos no se queda atrás en la oferta para estas vacaciones. Solo en Angamarca ya le ofrecen un paquete que incluye caminata con guía turística hacia la cruz del Ilaló, hidratación, refrigerio y el ingreso a uno de los balnearios del sector. Todo eso por USD 10.

En Calderón, en el norte de la ciudad, las vecinas se preparan para defenderse contra los ladrones.

Los vecinos se quejan a diario de los baches que dificultan la movilidad. Algunos se arreglan pronto pero otros van días y hasta meses sin ser reparados.

Cada año, el Cabildo de la comuna y los vecinos del barrio Angamarca, ubicado en el suroriente de Quito, celebran las fiestas de su patrono San Juan Bautista.