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27 de enero de 2020 10:49

La cuna del talento, en el Centro de Quito

Tiara muestra su voz y sus encantos en el escenario de La Casa del Artista, ubicada en el Centro. Foto: Eduardo Terán / ÚN

Tiara muestra su voz y sus encantos en el escenario de La Casa del Artista, ubicada en el Centro. Foto: Eduardo Terán / ÚN

Yadira Trujillo Mina
(I)

La fama es lo de menos, lo que importa es el talento. Con esa idea clara, la Casa del Artista abrió sus puertas hace 20 años, y lo sigue haciendo para dar un escenario a cantantes no tan conocidos.

¿Cuáles son los requisitos para subirse al tablado? Saber cantar. ¿Nada más? Así es, los artistas solo tienen que llevar su pista para presentarse ante un público soñado, que llega todos los sábados hasta la esquina de las calles García Moreno y Olmedo (Centro de Quito).

Niños, adultos, viejitos y personas con diferentes tipos de discapacidad han pasado por La Casa del Artista, creada por don Julio Álvarez, un apasionado de la música, que quiso abrir “el mejor escenario del Ecuador y Latinoamérica”.

Al entrar en el predio se vuelve en el tiempo. A la derecha: un mural de la Calle de las Siete Cruces. En ese ambiente, las mesas y las sillas son las de un avión. “Soy un loco”, dice don Julio, al contar que hace años se compró un avión y le sacó los asientos que ahora ocupan quienes llegan a este espacio, convertido en la cuna de talentos nacionales.

Parte de las antigüedades que don Julio colecciona se usan como decoración del lugar donde se deleita el público con la música: máquinas de escribir, planchas, candelabros, libros viejos...

En los festivales que se han organizado, hasta 200 personas han llenado el patio de la casona. Se realizan por géneros: yaraví, pasillo, pasacalle...

El último festival fue el de música mexicana, en homenaje a la Virgen de Guadalupe, de quien don Julio es devoto, como lo es de la cultura musical de México. De sus visitas a ese país del norte recuerda la plaza Garibaldi y otros lindos espacios que no dejan morir la música tradicional.

Al interior permanece guardado un banner que dice: “artistas nacionales, todos los sábados, de 14:00 a 20:00”. Pero actualmente eso no se cumple. Don Julio ha decidido suspender varias jornadas musicales.

Se siente desmotivado, cuenta. Ha tenido que realizar papeleos y pedidos en los que no ha tenido mucho éxito. Sin embargo, su hija Tiara recuerda con orgullo las palabras que siempre oye decir al papá: “esto no es ganancia, más bien tengo que gastar, pero es mi aporte cultural para mi bella Quito”.

Una imagen de la Virgen de Guadalupe está junto al escenario. También hay antiguas rocolas, que don Julio espera reparar para revivir aún más los espacios de antaño.

A La Casa del Artista llegan nacionales y extranjeros, atraídos por la música. Hasta 30 cantantes pasan por el escenario durante una tarde, mientras el público aprecia sus temas, sin pagar por la entrada.

Con canciones recordadas por los quiteños de antaño, como Collar de Lágrimas o El Canelazo, se inician las jornadas musicales, en las voces de artistas que llegan con su guitarra o su pista.

Inspirada en la mexicana Gloria Trevi y bajo la herencia de su padre, el Doctor Psiquiatra es uno de los temas que Tiara ha interpretado en el escenario. Viste tacones y un short y juega con su cabello largo durante su presentación.

La joven considera que la vida del artista es bien complicada. Recuerda que entre los cientos que han pasado por ese escenario hay médicos, abogados, dueños de restaurantes, etc., que tienen sus obligaciones entre semana, pero el sábado buscan mostrar su gran talento.