Un hogar en medio del confinamiento semanal
José llegó al Hogar de Paz acompañado de sus seis perros. Para el joven de 29 años y sus peludos, habitantes de las calles de Quito, el establecimiento municipal se convirtió en una casa para afrontar el confinamiento semanal. Este fue definido a través de un nuevo estado de excepción.
José comparte que él y sus animalitos viven de la buena voluntad de la gente.
El joven pasó de ser comerciante a pedir caridad.
Hace dos años que esta se convirtió en su realidad, se separó de su esposa y en esta pandemia, incluso, tuvo que comer de la basura.
En el Hogar de Paz recibió alimentos (también para sus compañeros), un kit de aseo y un espacio para dormir sin frío.
Como José, quien adoptó a sus peludos, en el Hogar, en El Tejar, Centro de Quito, hasta ayer 25 de abril del 2021 se encontraban 90 personas. El sitio tiene capacidad para 100.
Al lugar, impulsado desde la Unidad Patronato San José, también llegó Fausto, de 56 años. Se dedicaba al comercio y, actualmente, se apoya con lo que haya. Va cinco años sin casa, luego de problemas en su hogar.
El hombre comparte que en esta pandemia ha pasado días muy duros, sin tener alimentos, aguantando frío. Sin embargo, ya pudo recibir ayuda, comida y estar en un lugar seguro.
Juan, quien no recuerda que edad exacta tiene, es otro usuario del Hogar. Él suele ayudar a cargar mercadería en el sector de La Marín, en el Centro.
El hombre permaneció en las calles por tres años y dormía al pie de la Basílica.
Recuerda que su madre tomaba mucho y él se lanzó a las calles. En medio de sus carencias comparte que no se olvida de la mascarilla y de lavarse las manos.
Las brigadas del Patronato San José están activas para brindar asistencia y hacen recorridos. Las zonas donde más personas en situación de calle han encontrado son: Manuela Sáenz, Mariscal y Eloy Alfaro.
