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18 de diciembre de 2020 11:14

Mamás Noel en la Tola

Un grupo de jóvenes puso a punto los paquetes para 80 familias. Foto: Vicente Costales / ÚN

Un grupo de jóvenes puso a punto los paquetes para 80 familias. Foto: Vicente Costales / ÚN

Betty Beltrán (I)

Es una tradición de hace más de 80 años entregar la navidad a las familias pobres de los alrededores del sector La Tola. En las vísperas del 24 de diciembre, las damas de la Asociación María Auxiliadora Cristo Rey les donan un kit de alimentos y una funda de caramelos.

Hasta los beneficiarios pensaron que este año, con el tema del covid-19, no se haría el agasajo al que estaban acostumbrados, pero estas verdaderas Mamás Noel idearon las formas para que tengan su regalo, cuenta Blanca de Narváez, lideresa del grupo.

Solo por este año y considerando la crisis, se invitó a los novicios de la Misión Salesiana para que hagan las entregas de las canastas navideñas en la parroquia Cristo Rey (calles Don Bosco y León). Ese reparto comenzó desde hace un par de días. Sin embargo, a los estibadores del Mercado Central, que suman unas 67 personas, la propia doña Blanca les dará su ración en el primer día de la próxima semana. Ellos son sus mimados, porque son personas que sufren mucho, muy comedidos y agradecidos, afirma.

Las damas más jóvenes de la Asociación se encargarán de ir a las casas de un tercer grupo: unos 80 beneficiarios, que son, sobre todo, personas que no pueden caminar y están enfermas. Les entregarán su bolsa de comida: arroz, azúcar, fideo, panela, avena, canguil, lenteja, atún… en total son 16 productos.

Esa misión de puerta en puerta se realizará el próximo martes, y en la entrega se incluirá la fundita de caramelos y galletas de figuritas. La sangre nueva de la Asociación está muy ilusionada con ir hasta el hogar de las familias más humildes, donde las ayudas no llegan, acota doña Blanca.

Pese a la pandemia, las damas de la Asociación buscaron las formas para hacer 800 raciones; todos los productos compraron a granel y desde hace varias semanas se dieron a la tarea de enfundarlas, en dos sitios distintos. En años pasados las canastas llegaron a ser casi 2 000.

Fue en el 2015, más de 1 800 personas agradecieron la entrega de sus canastas navideñas con 15 productos. También hubo una tarde cultural con pastel, colas, galletas y juegos; es más, la música estuvo a cargo de una banda de pueblo.

Pero como fue tanta gente, recuerda doña Blanca, casi “botan” al post-noviciado, lugar donde se realizó ese encuentro para los niños y adultos mayores. Y hasta allí llegó el agasajo con tarde cultural incluida, pues en los subsiguientes años se limitó a la entrega de la canasta navideñas.

Sin embargo, acota, las ayudas a los más pobres se dan todo el tiempo. Como son tantos años de esta iniciativa, ya se conocen a las familias que realmente requieren una mano o las dos. Visitan a quienes están enfermos, a otras apoyan con becas para los colegios, pago del arriendo y comida.

Esos apoyos ya llevan algunos años, pero el de las canastas suman más de ocho décadas. El primer año se entregaron dos libras de maíz, una panela y una libra de máchica; el siguiente, agregaron arroz y azúcar. Actualmente y pese a la crisis, suman 16 productos. Y cada año seguirán sumando más alimentos porque, como concluye doña Blanca, esa es la navidad de los pobres, la única que tendrán en este tiempo de compartir y ser solidarios.