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21 de diciembre de 2018 09:00

Cuatro bellos pesebres de gigantes

El Pase del Niño de Santo Domingo será mañana, 22 de diciembre del 2018. Foto: ÚN

El Pase del Niño de Santo Domingo será mañana, 22 de diciembre del 2018. Foto: ÚN

Betty Beltrán
(I)

Se quiera o no, la Navidad tiene sus rituales y le proponemos admirar unos bellos nacimientos. Pero aquellos que se arman calladamente y junto a los vecinos; de paso son de grandes dimensiones.

Hay varios de ese estilo: el choclo gigante de Sangolquí, el mosaico de iglesias que está en Santo Domingo, el nacimiento quiteño y robótico de La Floresta, y el pesebre intercultural de San Sebastián.

Uno es más bello que el otro. El que está en la iglesia San Juan Bautista de Sangolquí es una mazorca de 5,60 m de alto, pero toda la ambientación está en 96 metros cuadrados.

San Sebastián alista su pase para el martes 25 de diciembre. Foto: ÚN

San Sebastián alista su pase para el martes 25 de diciembre. Foto: ÚN

El alma del choclo es de hierro, luego le cubre una malla y sobre ésta papel con engrudo. También espumaflex pintada de amarillo, para dar la apariencia de granos. Para que se vea el pelo del choclo, se puso cabuya. En la mitad de la mazorca está el espacio para acurrucar al guagua Dios.

La composición llevó casi un mes de trabajo; ayudaron los jóvenes del Grupo Juvenil y aquellas personas del comedor que maneja la parroquia.

En la parroquia Santo Domingo de Guzmán encontrará otra belleza. A un costado del altar se levantó un pesebre de algo más de 18 metros cuadrados, con varias ambientaciones de iglesias: La Compañía, San Francisco, Catedral… y alrededor de esas edificaciones los personas de la ciudad y de las fiestas populares.

En Sangolquí se harán tres misas del gallo. Foto: ÚN

En Sangolquí se harán tres misas del gallo. Foto: ÚN

Los vecinos del barrio La Loma, en donde vive la mayoría de las integrantes del grupo Los Caminantes de la Fe, metieron mano en su elaboración y son activos en las novenas.

Otra joya de belén está en la iglesia Santa Marianita de La Floresta. Allí se instaló un nacimiento con finos acabados y de unos 12 metros cuadrados; fue liderado por fray Walter Verdesoto y el grupo Amigos del Belén, unos maestros en estos menesteres.

Un año de trabajo para el belén de La Floresta. Foto: ÚN

Un año de trabajo para el belén de La Floresta. Foto: ÚN

Es un belén quiteño con las casitas de tejas y las calles de ladrillo y piedra. Las figuras de este año son en movimiento; no falta el padre que toca la campana, la señora que mira por la ventana de la casa…

Para rematar ese paseo, no puede dejar de ir a la parroquia de San Sebastián (Borrero y Loja). Allí se construyó un pesebre intercultural con la ayuda de los vecinos de los barrios del sector.

Este año se prefirió poner las figuras de todas las nacionalidades, para mostrar la riqueza cultural de nuestra tierra.