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11 de septiembre de 2019 09:54

Toque solidario en la Toca de Asís

Cada martes y jueves se entrega comida y talleres a los usuarios. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Cada martes y jueves se entrega comida y talleres a los usuarios. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

La ayuda no es de ahora, harán 12 años que la Toca de Asís llegó a Quito y da la mano a la gente en situación de calle. Su amor al pobre abandonado hace que, además de darle un plato de comida, también trate de ofrecerle un oficio.

En la Casa San José de El Tejar, ubicada en la calle El Retiro 5-51, se presta un servicio de alivio a las necesidades de 120 personas que suelen ir. Cada martes y jueves les ofrecen el desayuno y el almuerzo.

Pero hay más que eso: en medio de esas dos comidas, los usuarios participan de varios talleres: panadería, fabricación de velas, carpintería, vitrales... Mélida Flores, la profe de panadería, tiene 14 alumnos y les enseña cómo hacer pancito y pasteles. Ayer, 10 de septiembre del 2019, hicieron pan de Ambato.

Verónica Chávez, la psicóloga de la Casa, menciona que los talleristas son puestos por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), entidad que ayuda a llevar adelante la labor de la Toca de Asís.

Y se hace eso porque “la terapia ocupacional es vital en este tipo de usuarios que, por el mismo hecho de vivir en la calle, requieren un oficio para que vean una salida a su situación”, añade Chávez. Eso es un aliciente y una herramienta para superarse.

Por eso las necesidades de la Casa San José son muchísimas. Elicet Paredes, trabajadora del lugar, hace un llamado a los corazones generosos y pide que donen ropa y zapatos en buen estado, víveres en general, productos de limpieza y aseo personal, y no se olviden de las cobijitas.

O si prefiere, puede hacer una donación en cualquiera de las dos cuentas corrientes que la fraternidad tiene: Banco Pichincha 2100101999 o Banco del Pacífico 7728336. No importa la cantidad, más vale el gesto, apunta Paredes.

La ayuda que da la Toca de Asís también se replica el sábado, cada 15 días. Ese día, la gente en situación de calle llega a las 07:00; tanto a hombres como a mujeres se los divide y desayunan. Luego les cortan el cabello y les bañan, les dan ropa limpia (incluso zapatos, cuando hay).

Al final les entregan un kit con una pasta dental, una peinilla, jabón, champú, desodorante, interior y medias. Hasta que llegue la hora del almuerzo, se divierten mirando películas y participando en los talleres que allí se imparten. A las 13:00 se marchan.

Pero los colaboradores y voluntarios de la Toca de Asís no solo ayudan dentro de su casa, los miércoles salen a repartir comida en la calle. Y entregan cobijas, porque en la Pastoral Nocturna necesitan de esas mantas para la gente que duerme en las veredas.

A los cuatro hermanos religiosos de nacionalidad brasileña -pues en su país se fundó la fraternidad Toca de Asís- les ayudan grupos de voluntarios y ellos, a su vez, a hombres y mujeres de entre 18 a 65 años. Todos esos usuarios tienen problemas serios y están faltos de cariño y atención.