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14 de marzo de 2019 09:50

La Unidad Educativa Sarmiento ya es centenaria

La planta de docentes que ahora se desempeña en la U.E. Faustino Sarmiento. Foto: Ana Guerrero / ÚN

La planta de docentes que ahora se desempeña en la U.E. Faustino Sarmiento. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Ana Guerrero
(I)

Cien años no los cumple cualquiera. Por eso mismito, en la Unidad Educativa Domingo Faustino Sarmiento sacan pecho de la trayectoria del plantel, que empezó como una escuela de práctica docente. En principio era solo para niños.

La institución fue creada el 12 de febrero de 1919. Inicialmente el plantel fiscal fue bautizado como Mariano Aguilera. Los primeros 60 guaguas que asistieron recibían clases en una casona de la Jorge Washington.

La primera piedra para la construcción de la casa definitiva, en la Antonio Navarro, se puso en 1969 cuando cumplió 50 años. Para ese entonces había 500 alumnos. Hoy son 1 141, que acuden en dos jornadas.

Muchos maestros han dejado sus enseñanzas. Fernando Bastidas es uno de ellos. Luego de 20 años de docencia en el plantel, justo al cumplirse el centenario, se jubila y se despide de las aulas.

Fernando deja un legado de disciplina y caballerosidad. Además, se lleva el recuerdo de haber sido uno de los practicantes que pasaron por la Sarmiento, en la época como escuela de preparación docente. Y luego, por esas cosas de la vida, volvió para quedarse como maestro de planta.

Otra maestra emblemática que ha dedicado 38 años de su vida a enseñar aquí es Miryan Allauca. Ella es la profe de música.Se formó en su tierra, Chimborazo, y luego llegó a Quito. Más de un estudiante, años después de salir del plantel, ha regresado con un mensaje: “gracias a usted seguí el camino de la música”.

Con toda esa historia, Elena Sánchez, rectora (e), comparte el gusto por ser una de las instituciones emblemáticas de Quito. Se han destacado en deportes y artes. Han ganado premios en fútbol y poesía. En declamación el título lo logró Lucas Peralta.

Los guambras de la Sarmiento también le entran al cuidado del ambiente. Tienen un espacio donde siembran y cuidan sus plantas. Diana Reina, de séptimo B, cuenta que el 2018 sembraron flores. Cada uno escogió la especie.

Hay estudiantes bien dedicados, como Andrea Andrango y Martín Paredes, de séptimo año. Ambos se distinguen por ser bien aplicados y dar buen ejemplo a la hora de cumplir con las tareas.

Martín, por ejemplo, tiene clarito su camino: estudiar robótica y llegar a la NASA.

Por los 100 años, la institución recibió condecoraciones de la Asamblea Nacional, Municipio de Quito, Ministerio de Educación, Prefectura y la Embajada de Argentina (pues el patrono fue un ilustre argentino).