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5 de diciembre de 2019 14:20

En la Atahualpa vive la buena vecindad

Vecinos de la Atahualpa y sus alrededores se reúnen en la Casa Somos del sector. En el lugar se puede encontrar con representantes de antiguas y nuevas generaciones. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Vecinos de la Atahualpa y sus alrededores se reúnen en la Casa Somos del sector. En el lugar se puede encontrar con representantes de antiguas y nuevas generaciones. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Ana Guerrero
(I)

La familias, las casas y el comercio fueron creciendo. Pero lo que no ha cambiado en la ciudadela Atahualpa es la buena vecindad de antaño, de cuando eran no más de 20 hogares. De esto dan cuenta los moradores antiguos e incluso los nuevos.

Como en gran parte del sur de Quito, la Atahualpa nació en los terrenos de una antigua hacienda: La Lorena. Estos se dividieron pensando en que allí vivieran miembros del Ejército, y se unieron más vecinos.

Como recuerda Marco Romero, de 62 años, del actual redondel “para arriba” era conocido como el sector de tropa y los otros lotes, de los oficiales. Las vías de la zona llevan nombres de militares.

Hasta la actualidad hay la división entre Atahualpa Occidental y la Oriental. Romero es parte de esta última, igual que Lourdes Egas, presidenta de la Atahualpa.

La dirigente es oriunda del sector, pues su padre, Fabián Egas, de 94 años, es uno de los pioneros. En esto coinciden con la tesorera, Mery Huaraca, cuyo padre, Luis Huaraca, de 87 años, también es uno de los antiguos.

Pero no vaya a pensar que andan enemistados. De hecho, dice Pamela Gómez, de la Atahualpa Occidental, sería importante unificar fuerzas.

Pero ya sea en uno u otro extremo, los vecinos recuerdan los paisajes comunes de los inicios: espacios verdes y vertientes cristalinas.

La historia

Varias versiones hay sobre el nombre de la ciudadela Atahualpa. Pero aunque entre vecinos aún no se ponen de acuerdo totalmente, lo que sí es fijo es que tienen un redondel con la estampa del personaje para, a diario, recordar el nombre de su hogar. De hecho, el redondel sirve como referencia para ubicarse en el sur de Quito.

Para que el sector sea lo que hoy se conoce, fue forjándose desde
finales de los 60 y en el transcurso de los 70.

En las calles de la ciudadela tienen nombres de combatientes de la guerra del 41. En la historia del sector también se recuerda que hubo un punto de entrenamiento militar.

Otra de las características de la ciudadela Atahualpa es la calle Michelena, en donde confluye una variada oferta gastronómica. En esta vía se planteó hacer un bulevar, pero aún no se concreta.

El lugar emblemático

La tribuna es un lugar de encuentro


Redacción Últimas Noticias (I)

Desfiles, paradas militares, ciclopaseos y hasta cacerolazos. La Tribuna del Sur es un punto de encuentro para los vecinos de la ciudadela Atahualpa y, en general, de todo el sur.

En las fiestas de Quito, por ejemplo, de cajón pasa por ese espacio el desfile de estudiantes. Ayer, 4 de diciembre del 2019, en cambio, hubo presentación de artistas. Con decirle que hasta los políticos escogen el lugar para hacer sus cierres de campaña. Por algo será.

Otro evento que no puede faltar en la tribuna es la parada militar por el Día del Escudo y otras fechas cívicas. En estos participan, además de los militares, estudiantes y vecinos de varios barrios.

La Tribuna del Sur está en la Teniente Hugo Ortiz. Foto: ÚN

La Tribuna del Sur está en la Teniente Hugo Ortiz. Foto: ÚN

También es uno de los puntos ‘pepa’ para despedir el año. ¿No ve que además de eventos, siempre hay una variada oferta de monigotes, por si quiere quemar a algunitos que se portaron mal en el 2019.

Otro de los sitios bien nombrados de la Atahualpa es la calle Michelena. Esta nació como una zona residencial y luego se fue volviendo comercial.

El Fuerte Militar El Pintado, donde arranca la Michelena del lado occidental, tuvo que ver en el crecimiento del comercio, por los 80. Por los conscriptos y las visitas de sus familiares las vías se volvieron más movidas. Y no se diga en los acuartelamientos.

Claro que también hubo una época en la que las ventas se tomaron las aceras. Gran parte de los comerciantes ahora están en la Plaza Michelena.

El personaje

Vecinos pioneros son bien recordados

Redacción Últimas Noticias (I)

En la ciudadela Atahualpa, los personajes emblemáticos son muchos y queridos. Entre ellos está Aurelio Mejía, quien llegó al sector cuando tenía 6 años.

Hoy el hombre tiene 58 y no se ha marchado. Por el contrario, se mantiene firme y ha sido dirigente en más de una oportunidad. Y como uno de los pioneros del sector, pues conoce con santo y seña la historia del lugar.

Él tiene presente en su memoria las calles de tierra, luego las empedradas, hoy ya asfaltadas. No olvida los hornos para ladrillos, tarea a la que se dedicaban varios vecinos.

Aurelio Mejía es uno de los vecinos emblema. Foto: ÚN

Aurelio Mejía es uno de los vecinos emblema. Foto: ÚN

También tiene presente la quebrada que había antes de llegar al límite con el barrio El Calzado, una por la que corría ‘agua clarita’.

A Aurelio algunos lo conocen como el chulla quiteño de la ciudadela. De entrada, porque es saludador y bien atento. Para completar, es bailarín.

Antes se dedicaba a las ventas. Hoy en día, él se encuentra a cargo del cuidado de sus padres.

En el barrio también se recuerdan a otros personajes, como Julio Paredes, quien fue dirigente. Se tiene presente también a los Ruiz, Andrade, Padilla, entre otras familias.

También están las nuevas generaciones, que se unieron al barrio hace pocos años, pero que le meten bastante ñeque. En ese grupo están personas como Pamela Salavarría, vicepresidenta de la Atahualpa Oriental. Ella tiene 38 años y 18 de ellos los ha pasado en, como ella dice, el mejor barrio.

Los motes con 50 años de trayectoria

Redacción Últimas Noticias (I)

La sazón es de cuna y se mantiene firme. Balbina Nasca es la propietaria de Los motes de la Michelena y la heredera de una tradición que surgió con su madre, María Angos. Ella, a su vez, ha transmitido el legado.

Desde pequeña, Balbina vendía mote y otras delicias junto a su progenitora en La Ronda, en desfiles, especialmente. Ya más guambrita, hace 50 años, empezó a vender mote con fritada en la esquina de la Michelena y Rafael Grau.

Primero lo hizo con canasta en mano, luego con una vitrina y, tras varios años, la sazón tuvo puesto propio, en el espacio donde hasta hoy atiende a la clientela. Con los años fue aumentando la carta: papas con cuero, librillo, menudo y más. Eso sí, en las fiestas o feriados no falta un rico hornado.

En familia se trabaja en La Michelena. Foto: Ana Guerrero / ÚN

En familia se trabaja en La Michelena. Foto: Ana Guerrero / ÚN

La sazón de Balbina, de 67 años, mantiene fieles a los clientes. Uno de ellos es Ismael Ramírez, quien confiesa que lleva 30 años deleitándose con las recetas. Las papas con cuero son sus favoritas.

La emprendedora confiesa que el secreto está en el aliño: todito es natural. Y eso lo sabe su hija mayor, Jacqueline Simbaña, quien le ayuda en el local y, de paso, cuenta que sus hijos ahora apoyan con la promoción del negocio.

Abren de domingo a domingo, de 09:30 a 14:00. Claro que están en pie desde las 05:00, preparando todas las delicias en el sector de la av. Ajaví. Y ahí planifican la inauguración de un nuevo local para el 2020. Estará pilas para que haga el gasto.